Opinión
STC 2000 en el Obelisco: "La carrera más importante que me tocó relatar"
La historia dirá que un 1° de abril de 2012 se realizó una carrera de autos en pleno centro de la Capital de la República Argentina.
Lo que para muchos fue una locura o hasta un disparate, ese sueño se hizo realidad. Una realidad que quedará en nuestras memorias para siempre por ser un evento que será muy difícil de igualar y mucho menos superar.
Recuerdo que mientras un juez reclamaba medidas de seguridad y barreras acústicas, otros estábamos ante la oportunidad de ver algo realmente distinto en Buenos Aires, y en mi caso personal de relatar una carrera única, distinta y con gente por todos lados.
Los ambientalistas arremetían con sus protestas sobre impactos irreversibles, pero otros llegaban bien temprano para no perderse detalle alguno y ganar un lugar de privilegio.
Algunos automovilistas, que habitualmente transitaban la zona de la Av. 9 de Julio y la Av. Corrientes, se quejaban por las restricciones en el tránsito, lmientras otros miraban sorprendidos los boxes ubicados en la avenida más importante del país y a los pilotos que caminaban por las calles y estudiaban el lugar más apropiado para intentar un sobrepaso.
Mientras algunos renegados seguían protestando y haciendo política, la mayoría se sorprendía por la magnitud de tremendo evento.
Las calles céntricas de la Ciudad de Bs. As. se vistieron de gala con el paso de los autos de carrera y los edificos históricos, de las avenidas 9 de Julio de Diagonal Norte y la Avenida de Mayo, se convirtieron en una auténtica caja de resonancia al paso de los estruendosos V8 del STC2000.
El Obelisco, el Teatro Colón, la Catedral, la Plaza de Mayo, lugares históricos de la hermosa Ciudad de Bs. As. fueron un decorado extraordinario para una de las carreras más importantes en la historia del deporte motor argentino.
Cuando Pablo Peón, por entonces Presidente de la categoría, tiró esa idea, todo el mundo pemnsó que no estaba en sus cabales. Hacer una carrera de autos por las calles de una ciudad capital, y en el lugar emblemático de la misma, era realmente increíble, imposibe, sin embargo lo hizo y hasta hoy nos cuesta entender como se logró.
Según los cálculos más optimistas, se cree que alrededor de un millón de personas acompañaron a la categoría en esta experiencia, durante los dos días de actividad, de las cuales cerca de 20.000 se acomodaron en las tribunas construidas a los costados de las calles, y el resto se agolpaba por donde podía.
Había gente trepada a los árboles, a los edificios, alquilaban oficinas para observar desde sus ventanas la carrera.
Hasta el luego consagrado Papa Francisco, Jorge Bergoglio, bendijo a los autos en las puertas de la Catedral Metropolitana.
La historia dirá que la pole fiue para Christian Ledesma con Chevrolet y el triunfo para Mariano Werner con Toyota, pero lo deportivo quedó como una simple anécdota ya que la dimensión del evento lo dejó para un segundo plano.
Fue sin dudas "el espectáculo automovilístico" y quedó demostrado que con orden, sacrificio, empuje y colaboración se puede hacer un espectáculo inolvidable como el que hemos tenido la suerte de vivir todos los argentinos en aquel 1° de abril del 2012.
En lo personal creo que ha sido la mejor carrera que me ha tocado relatar. Una experiencia fantástica junto a mis compañeros de Carburando y con un record de audiencia televisiva.
Recuerdo que nuestros productores nos decían por línea privada: "Seguimos al aire, vamos que la estamos rompiendo!!!", extendiendono del horario programados por varias horas en la clasificación de día sábado.
No podía creer que estába relatando una carrera de autos a metros dónde mi madre me paseaba de chico, en la plaza del Obelisco porteño, y mucho menos ver pasar a los autos a metros de la casa central del Banco Nación, donde había trabajado durante algunos años.
Debo confesar que mi pasión fue a 10.000 RPM, tanto que la última vuelta la emoción de aquel espectáculo me hizo lagrimear.
Tuve la suerte de estar en muchos lugares junto al automóvilismo, sin dudas esta, fue la carrera más importante que me ha tocado relatar.