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Subastan la Ferrari del General
La prestigiosa casa RM Sotheby's anunció el comienzo de la temporada de subastas de 2018 con la celebración de su 19° edición de venta anual. La entidad suscribe que Arizona, Estados Unidos, es el epicentro, la meca de los coleccionistas en el amanecer del año.
Se rematará un Jaguar D-Type Works de 1954 en casi quince millones de dólares. este auto fue el tercero de las seis unidades que se construyeron en la fábrica de Coventry aquel año. Esta máquina corrió en las 24 horas de Le Mans de 1954, conducido por Stirling Moss y Peter Walker, estableció un récord de velocidad en la recta de Mulsanne y lideró la carrera antes de retirarse por problemas en los frenos.
A la sombra de un deportivo de incalculable valor sentimental para la naturaleza automotriz, la casa de subastas y los medios estadounidenses subrayan el remate de un Ferrari 212 Inter Coupe by Ghia:
Esto no llamaría la atención pero la Ferrari perteneció nada más ni nada menos que al General Juan Domingo Perón.
El enigmático modelo se presentó en los Salones del Automóvil de Turín y de París en 1952. Brilló en la feria francesa como una de las unidades más convocantes de la gala y se coronó en la ciudad italiana donde fuera confeccionada su carrocería por Ghia, la célebre casa de diseño y consultoría de construcción.
Durante su exilio en Paraguay, sus custodios conservaron el 212 Inter hasta que en 1973 pasó a manos del coleccionista argentino Conrado Tennino. La unidad declara un motor V12 capaz de erogar 150 caballos de fuerza y presume de un peso de apenas mil kilos. En 1987, la Ferrari de Perón abandonó el país tras una estadía que se prolongó durante 34 años.
Comenzó su derrotero por compradores que se desprendieron rápido: fue a Estados Unidos, después a Suiza. Llegó a Alemania en marzo de 1989 adquirido por Uwe Ohlsen Automobile, que decidió restaurar la unidad con un radical cambio de fisonomía y apariencia. De octubre de 1990 hasta marzo de 1995 permaneció en el taller de Peter Rosenmayer, donde fue pintado de amarillo y negro. Al año siguiente regresó al país para ilustrar un show televisivo, según apuntó su propietario de entonces. Hasta octubre de 1997 estuvo exhibido en una sala de exposición de un concesionario de la escudería italiana en el país. Su combinación de colores, amarillo y negro, provocaba una asociación desfasada: un Ferrari retro con aspecto de taxi viejo.
Regresó al país teutón porque el propietario presentó la quiebra de su compañía. Solicitó, específicamente, que la unidad no fuera confiscada por el caudal de su inversión. El 18 de diciembre de 1999 el Ferrari que había pertenecido al General Perón fue comprado por su último dueño: el estadounidense Lee Herrington, un respetado coleccionistas de piezas confeccionadas en la fábrica de deportivos con sede en Maranello. El 212 Inter Coupe by Ghia de 1952 recibió distintos galardones en los Concursos de Elegancia del "Palm Beach Cavallino Classic", una cita anual para los entusiastas ferraristas en Florida, Estados Unidos.
La Ferrari del General se conserva en un excelente estado. Se mantiene intacta siendo una pieza pieza histórica y actual. Su registro histórico, su derrotero por el mundo, le proporcionan un sentido inédito. RM Sotheby's prevé recaudar entre 1,6 y dos millones de dólares. El valor final se sabrá el 19 de enero de 2018.