Opinión
¿TC fuera de control?
Rodolfo Di Meglio puso sobre la mesa lo que era vox populi.¿Reglamento abierto o autos fuera de reglamento?
Un Rodolfo Di Meglio en gracia por el reciente éxito habló con naturalidad (casi como si fuese normal), en Carburando Radio, de algo que era vox populi: el TC está fuera de control. Y en vísperas del comienzo de la Copa de Oro, pidió reglas (léase reglamento) claras y que regresen las inspecciones técnicas cruzadas como en los viejos tiempos. Además, señaló a los motoristas en la responsabilidad de “pasarse de la raya” y anticipó que la Técnica de la ACTC definirá límites de RPM y cilindrada, por lo que los proveedores de potencia deberán ser “responsables, serios y maduros”, en una etapa decisiva del campeonato. También planteó el interrogante para el playoff: “habrá que ver cómo cae cada uno parado”, luego del orden reglamentario que se espera que llegue desde el momento en el que se ponga en juego el título más codiciado del automovilismo argentino.
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Lo habló abiertamente Di Meglio. Expuso sobre la mesa con tanta sinceridad y naturalidad un tema extremadamente sensible, que pareció hasta quitarle explosividad. Sin embargo, no dejó de sacar a la luz algo que históricamente empañó al Turismo Carretera: la falta de transparencia reglamentaria.
Puertas adentro ya era insostenible. Incomodaba a todo el mundo del TC. Hasta parecía inmanejable para el propio jefe técnico, Alejandro Iuliano, quien mientras tanto tomaba nota de las “pruebas” para terminar de definir un reglamento justo y parejo que se espera se ejecute desde la próxima fecha.
El cambio de modelos fue un desafío muy grande. La modernización a reglamento abierto habilitó ciertas licencias para constructores y preparadores. En tiempo récord y con un campeonato en marcha, la ACTC logró imponer a los nuevos autos y acelerar la transición. Para eso era necesario un “pacto tácito” con fecha de vencimiento. Y Di Meglio marcó el fin de ese pacto.
Atrás quedará una etapa regular en la que la Técnica hizo “vista gorda” o avaló situaciones muy evidentes. Autos con parciales de recta que superaban por más de 3 décimas a sus rivales. Apariciones explosivas y desapariciones llamativas de protagonistas de una carrera a otra. Imágenes elocuentes con diferencias notorias en velocidades finales, en aceleraciones o tránsitos de curva.
“Hay que emprolijar”, “se les fue la mano”, “está todo descontrolado”… Eran expresiones que se venían escuchando cada vez con más fuerza por lo bajo, en off. “Hay motores con 35 HP más”. “Hay motores de 3.400 cc de cilindrada y de más también”. “Los proveedores de cigüeñales, bielas y pistones se están llenando de plata”. Tantos experimentos pasaron factura, con muchas roturas de impulsores el último fin de semana en Buenos Aires.
Con la gloria y mucho más en juego de acá a diciembre, se acabarían las concesiones. Los protagonistas serán los propios fiscales. Todos pretenderán ganar o perder en buena ley. Y se empezó a sentir esa presión hacia la ACTC. El primero (y probablemente único) en hablar públicamente fue Di Meglio. Su trayectoria lo avala. Tiene el temperamento y autoridad para decir lo que muchos callan. Pero en especial, con el claro afán de colaborar con la ACTC y defender los intereses de una deportividad siempre cuestionada en la categoría más popular de la Argentina.
“Era necesario hacer andar rápidamente a los modelos nuevos”, manifestó Di Meglio. “Había que darle más y más a los motores porque la alta carga aerodinámica consumía mucha potencia”, explicó. “Y una cosa fue llevando a la otra” para llegar a este punto del año en el que pocos tienen claro en qué condiciones se consiguieron los logros respecto a lo que será el reglamento definitivo, ni cual será el verdadero potencial no solo de cada modelo sino también de quienes se disputarán la corona 2024 del TC.
“Ya está… hasta acá llegamos. Tenemos que ponernos los pantalones largos y ayudar al técnico de la categoría. Hay que marcar una raya y empezar desde un punto de partida porque sino es la historia de nunca acabar”, sentenció el histórico chasista aun invadido por la alegría del fresco debut triunfal de Juan Martín Trucco y del Dodge Challenger.
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En lo superficial y global, el paso del TC a la modernización luce con éxito. A pesar de toda la desprolijidad detallada anteriormente en un año de transición, ganaron o fueron protagonistas todos los modelos en lo que va de la temporada. Alejandro Iualiano se nutrió del desarrollo de los equipos. Ahora deberá pasar en limpio del cuaderno a las reglas definitivas. ¿Reglamento abierto o fuera de reglamento? ¿El fin justifica los medios? Ahora restará saber cuánto de real tuvo todo lo que se vio hasta acá.
