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Top Race: vuelve a latir el óvalo de Rafaela

La categoría quiere correr en junio en el circuito más veloz y su primera prueba con Emiliano Spataro fue exitosa. Los detalles…

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Top Race: vuelve a latir el óvalo de Rafaela

INFORME

Cada vez que sobrevuela la posibilidad de correr en el óvalo de Rafaela, algo distinto se despierta en el ambiente del automovilismo. El Top Race sacudió las fibras más íntimas de los amantes de las carreras en los últimos días con la prueba en el circuito más veloz de la Argentina.

El orgullo de los rafaelinos se apagó desde aquella inolvidable carrera del TC2000 del 2005 ganada por Gabriel Ponce de León con el Ford Focus. El 10 de agosto del 2012, el Súper TC2000 puso a prueba sus flamantes motores V8 para que Facundo Ardusso anotara la vuelta más rápida de la historia del automovilismo autóctono en 1m02s869, con un promedio de velocidad de 264,817 km/h de promedio con el Peugeot 408 oficial. El mismo día, Ponce de León logró el récord nacional de velocidad final al alcanzar los 306,383 km/h en la recta principal, con su Honda Civic. La marca absoluta sigue siendo la pole position para las “300 Indy” de Lloyd Ruby, con su Laycock Ford, el 26 de febrero de 1971, con un tiempo de 59s74 a 278,675 km/h de promedio.

En el 2019, René Zanatta se dio el gusto -a sus 62 años- de anotar su nombre en la historia del óvalo, al alcanzar los 309,466 km/h de velocidad final, con una moto Kawasaki H2, cuatro cilindros y 1.000 cc turbo, de 310 HP. Récord nacional y sudamericano de velocidad. El piloto local se había retirado del automovilismo hacía 10 años con una cuenta pendiente: correr en el óvalo de Rafaela.

Sin embargo, se había dado el gusto de girar en el óvalo con un Chevrolet de TC, en junio del 2004. Aquella vez, Zanatta había dado 15 vueltas. En la mejor de ellas registró un tiempo de 1m10s583, a 235,841 km/h de promedio, con una velocidad tope de 273 km/h. Fue la última vez de un auto de tracción trasera en el óvalo. Hasta este martes.  

Emiliano Spataro fue el piloto elegido por el Top Race para la prueba. Un piloto simbólico: bicampeón de la categoría y dueño de la pole position en el óvalo para las 100 Millas de Rafaela del TC2000. Aquel 3 de septiembre de 2005, con el VW Bora del Sportteam, el piloto de Lanús había marcado un tiempo de 1m07s16 a 247,859 km/h. En ese momento, era el récord del circuito que perduró hasta el 2012, cuando fue batido por Ardusso.  

Un año antes, en el 2004, y curiosamente 10 días después de la prueba de Zanatta con el TC, el TC2000 hacía su primera experiencia en el óvalo en el inicio de una aventura que parecía una locura y atemorizaba a los pilotos, con una carrera que recién se concretaría 15 meses más tarde. Hubo 10 pilotos en pista y hasta se hizo un simulacro de carrera a 15 vueltas, con los Toyota de Norberto Fontana, Nicolás Vuyovich, los Chevrolet de Bugliotti y Christian Ledesma, el Focus de Nelson García, el Mitsubishi de Gabriel Furlan y el Honda de Oscar Fineschi. Por su parte, Gabriel Ponce de León, Diego Aventín y Martín Basso formaron parte de la prueba pero no hicieron el simulacro. Aquel día, y en la primera puesta en pista del TC2000 en el óvalo, el más rápido fue Ledesma con un tiempo de 1m09s9, a 241,605 km/h de promedio y una velocidad final de 267 km/h.

Cada momento en el óvalo de 4.626 metros queda guardado para siempre.  Valen los antecedentes para contextualizar la importancia de la reciente apuesta del Top Race, que se anima a soñar con una carrera en el óvalo en junio próximo. Para eso arrancó con una prueba de neumáticos, que superó todas las expectativas. En total fueron 35 vueltas. La recomendación del proveedor Pirelli fue comenzar con una puesta a punto conservadora.

Spataro salió a la pista con 1 grado de comba, con salidas de dos vueltas y pasos por boxes. El piloto pidió un cambio de setup para evitar una ida de trompa en los curvones. Se le dio un grado más de comba y se endureció la barra trasera. Allí se consiguió un auto equilibrado y se mejoró la temperatura de las gomas, llevándolas a su punto ideal de trabajo: 100 grados. Estaba estipulado no hacer grandes cambios de setup, por lo que solo se probaron diferentes presiones de aire en los neumáticos.

 “Siempre se arranca con temores. Pero rápidamente me sentí muy cómodo, porque el Top Race es un auto muy bien equilibrado y eso me dio mucha seguridad, por lo que de a poco pude ir buscando los límites. No me guardé nada. Probé distintas trayectorias en los curvones y técnicas de velocidades para encararlos”, explicó Spataro.

Y detalló: “Arranqué frenando sin dejar de acelerar en los curvones y descubrí, con el paso de las vueltas, que lo ideal es desacelerar sin frenar. Son muy técnicos y distintos los curvones Sur y Norte. El radio de ingreso y la velocidad son claves para el neumático. Hay que tratar de ingresar con la mayor velocidad posible para lograr la máxima carga delantera, que se libere en el ápex y tener el máximo equilibrio en la segunda mitad”.

En aquella primera prueba del 2004 del TC2000, la velocidad de los curvones era de 230 km/h. Para la clasificación de las 100 Millas del 2005 los tiempos cayeron en 2s7. Spataro recuerda: “En la clasificación del 2005, el curvón Norte lo hice a fondo y levanté apenitas en el Sur. Acá si se llega a correr con el Top Race va a pasar lo mismo. Se van a hacer a fondo. Es una sensación increíble. Ahora los hice entre 240 y 245 km/h. Se pone muy difícil porque venís en el aire. Estás doblando durante 24 segundos en el Norte y 22 segundos en el Sur. El tema es en carrera cuando un auto atrás te puede descargar la cola. Pero estos coches son muy seguros para correr”.

La velocidad final fue de 260 km/h y el promedio de 241,25 km/h para la mejor vuelta de 1m09s08 de Spataro. La prueba se interrumpió por una llovizna a la décima vuelta de un stint estipulado a 15 giros. Fue el final del día. La respuesta de los neumáticos generó una grata sorpresa. El testigo interno del neumático delantero derecho apenas tuvo un desgaste de 1,5 milímetros de sus 3,7mm iniciales a lo largo de las 35 vueltas. En cada parada en boxes, las temperaturas nunca superaron los 120 grados. Es el mismo neumático que la categoría utiliza regularmente y es la misma goma que usa el TC2000 y las TC Pick Ups.    

“Yo recomendé que se trabaje con un margen de 40 grados de temperatura respecto del punto crítico. A partir de los 120 grados, la goma empieza a perder grip. Cuando corrimos en el óvalo con el TC2000 las gomas se ampollaban cuando tenían picos de 180 grados. Llevábamos unas luces en el habitáculo que nos avisaba cuando te acercabas al sobrecalentamiento. Cuando venís manejando no te das cuenta y por ahí le das un poco más de ángulo de volante en una vuelta y lo que tenías controlado ya dejaste de tenerlo, porque se te hace una ampolla y se revienta la goma sin avisar”, cuenta Spataro.

El Top Race volverá a hacer una nueva prueba con sensores de temperatura de neumáticos. Y posteriormente tiene previsto llevar a cabo una prueba comunitaria con todos los pilotos de la categoría mayor. Si los resultados son satisfactorios, la dirigencia de la categoría seguirá para adelante con la idea de hacer una carrera especial, en junio, en el circuito más veloz de la Argentina. El óvalo vuelve a latir después de mucho tiempo.

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