Turismo Carretera
Torino y una sequía que se prolonga
La fiesta estaba preparada. La gente de Torino esperaba gritar campeón después de 46 años de sequía. La marca se había dispuesto con toda la artillería. Después de mucho tiempo una automotriz, como la de Renault, apoyaba a un equipo de TC. La estructura que Esteban Trotta posee en la ciudad de Chacabuco se armó a todo nivel. No dejó escapar ni el mínimo detalle. Fiel a su estilo, Esteban no quería que nada se diluya. Su prolijidad se notaba en cada rincón de sus autos. Junto a Emiliano Spataro y Mauricio Tucci armaron un proyecto prometedor. Juntaron a los mejores ingenieros, trabajaron con un motorista que les entrego lo mejor en cada carrera, y contaron con un presupuesto acorde para encarar de manera holgada la temporada del TC.
A todo eso hay que agregarle algo fundamental y que no es un detalle menor. El reglamento, después de mucho tiempo, les cayó de mil maravillas. Todo era para aprovechar y no dejar pasar. Llegaron a La Plata sabiendo que era un escenario que no les era favorable. Torino nunca había ganado en el Roberto Mouras. En el desarrollo del fin de semana no encontraron para Facundo un auto estable. Lo sufrieron y se les complicó el panorama.
La marca fue la más ganadora del calendario. De 15 fechas se llevaron 8 victorias. El más ganador fue Josito Di Palma con tres triunfos. Con dos quedaron Emiliano Spataro y Julian Santero y con una Facundo Ardusso.
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En cuanto al equipo Renault Torino Team, arribó al escenario de la ciudad de las diagonales pensando en la gran posibilidad de salir campeón. Si bien internamente estaban confiados no quería hablar de campeonato. Sabían que del otro lado estaba Agustín Canapino. El de Arrecifes siempre fue más rápido que ellos y eso les generaba preocupación.
Pasada la serie del domingo Facundo hizo notar ese nerviosismo. El Toro no se había mostrado bien en el parcial y ya imaginaban una final muy compleja. Así lo fue y no le alcanzó.
Llegado al remate, la fiesta imaginada se fue apagando, los invitados tenían las caras largas y la música ya no sonaba como al principio. Un infiltrado se metió y arruinó todo. Ese fue Agustín Canapino que era el único que podía apagar esa celebración y lo logró.
El torneo del TC ya es historia y la historia dice que ya pasaron 46 años sin que Torino salga campeón. A partir de ahora habrá que esperar uno más para ver si la marca puede lograrlo. Por lo tanto Luis Rubén Di Palma sigue conservando ese logro que parece, a esta altura, inalcanzable.
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