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Tuvo que dejar el fútbol por estrés y ahora correrá en karting
Convertirse en un deportista profesional es un camino largo y el cual está más plagado de espinas que de rosas. Suele decirse que el mundo del fútbol es una picadora de carne y los que aguanta esas exigencias son los que llegan lejos. Sin embargo, hay casos donde los protagonistas deciden alejarse de ese ambiente porque lo que está en juego es su salud.
Un ejemplo de esto es el de Pablo Mattalía. Este cordobés de 26 años se formó como zaguero central en Belgrano y llegó a ser capitán de la reserva del “Pirata” cuando este estaba en Primera División. Sin embargo, no pudo debutar en el “Celeste” y se convirtió en futbolista rentado en Instituto. Luego pasó por Sportivo Belgrano de San Francisco.
La carrera deportiva de Mattalía transitaba por un carril normal y además le había anexado un título universitario, ya que se había recibido de Contador Público. Sin embargo, los vericuetos del mundillo de la pelota lo afectaron y su salud se lo hizo saber: perdió el 100 por ciento del pelo de su cuerpo por estrés.
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Visiblemente golpeado por lo sucedido, el jugador nacido un 10 de febrero de 1995 decidió volver a su pueblo natal, Etruria, y arrancar una nueva vida alejado del fútbol. Comenzó a ejercer su profesión junto a su madre y para despuntar el vicio en las canchas se sumó al club local, Talleres, para jugar de forma amateur.
En esta renovación traería consigo al nuevo: el karting. “Es una pasión que tenía siempre, que me gustaba mucho. En Etruria se hizo una pista y se armó un grupo de amigos muy lindo, que vivimos compartiendo asados y domingos en el circuito. Tengo el karting ploteado mitad de Messi y mitad de Maradona, abrazados. Una imagen de los dos que siempre me gustó mucho. Estoy contento, disfrutando muchas cosas de la familia que antes era muy difícil de vivir”, le dijo Mattalía al periodista Hernán Laurino del diario La Voz del Interior
Aunque recién está comenzando en el automovilismo, Pablo ya tienen en mente competir a nivel provincial. “Todavía no competí nunca en el karting, solamente he girado acá en el pueblo o lugares vecinos. El fin de semana hay una carrera en Laboulaye y tengo ganas de participar. Pero lo más importante es ir a divertirse, a acompañar a los otros pilotos. Me gusta todo lo que rodea a la carrera. Tengo dos kartings: uno que es 150 cilindradas, la categoría más común. Y el otro es un 125cc, de dos tiempos. Ese sí anda fuerte… Es difícil manejarlo y te cansa más que jugar un partido y medio de fútbol”, comentó.
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Por último, Mattalía se refirió a lo que pasó con su carrera dentro del fútbol. “El tema de perder el 100 por ciento del pelo por estrés fue muy bravo. Fueron tiempos difíciles. Yo creo que fue un combo, una suma de todas las cosas. Yo estaba jugando al fútbol de manera profesional y también con el estudio universitario, uno se presiona mucho. Las cosas se dieron así y todo pasa por algo. Ahora estoy recuperándome de a poco en el pueblo. Pero me siento feliz y es impagable esto”, describió.
“Me gustaría decirle a los chicos que están en el fútbol que si pueden estudiar, lo hagan. Con todas las herramientas tecnológicas que tenemos en la actualidad, es de mucha importancia tener los estudios realizados. El que pueda hacer el esfuerzo, que lo haga, porque es muy gratificante saber que tenés otra salida que no es sólo el fútbol. Porque tu carrera se puede cortar por una pandemia, por una lesión, por lo que sea. Mi mensaje es ese: que traten de acompañar de la mano las dos cosas, el fútbol y el estudio. Porque va a ser muy importante para ellos el día de mañana”, concluyó.