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Un Mazda MX-5 pensado en el Chevrolet Corvette Stingray
Mitsuoka, una marca japonesa que se especializa en trabajos de carrocería de diferentes autos, cumple 50 años de vida y por ello presentó el Rock Star, una idea que toma como base la actual generación del Mazda MX-5.
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El objetivo de Mitsuoka era transformar el pequeño roadster japonés en un modelo actual del Chevrolet Corvette C2 Stingray, pero un poco más chico.
En la parte estética, poco se mantiene del Mazda MX-5, más allá de las puertas, el capot o el parabrisas, ya que el resto de paneles de carrocería fueron fabricados a medida para parecerse al mítico Corvette Stingray.
El Rock Star equipa el modesto 1.5 litros Skyactiv-G del MX-5, con 132 CV de potencia y un par máximo de 152 Nm, con caja de cambios manual de seis velocidad o automática con el mismo número de relaciones.
Mitsuoka piensa fabricar únicamente 50 unidades del modelo, por cada uno de sus años, que estará disponible en seis llamativos colores de carrocería: azul Los Angeles, rojo Chicago, negro New York, naranja Cisco, blanco Washington y amarillo Arizona.
