Opinión
Una semana a la riojana
La Rioja tuvo actividad automovilística durante una semana y la ciudad sintió su presencia.
La denominada “semana de la velocidad” ya es historia pero los riojanos siguen hablando de los días activos que tuvieron desde que se instaló el Top Race hasta que despidió el TC 2000.
Fueron 7 días de muchísimo movimiento para una ciudad y una provincia que le apuesta cada vez más fuerte al turismo. La Rioja tiene su encanto pero cuanto más actividades se agregan siempre es mejor para todo lo que rodea a ese sector. Desde las diferentes cámaras, tanto hoteleras como gastronómicas, agradecen este tipo de eventos porque potencian la economía local.
Al caminar la ciudad capital se notaba en sus calles muchísimo movimiento. Turistas, vecinos y gente del ambiente del automovilismo se mezclaban en diferentes sectores como por ejemplo restaurantes, cafés, locales comerciales y hoteles.
En el autódromo los riojanos aprovecharon para mostrar a los visitantes todos sus productos regionales. Aceitunas, alfajores, aceite de oliva y vinos fueron algunos de los artículos que emigraron en valijas con la idea de sorprender a quienes siempre esperan por un obsequio.
El deporte y el turismo ratificaron una vez más que van de la mano. Se sirven uno a otro. Para esto el automovilismo deportivo hace un gran aporte con el movimiento que genera. Completa hoteles, completa mesas en bares y restaurantes, mueve estaciones de servicios, supermercados y muchos más. Lo que pasa en el autódromo es para los fanáticos pero lo que causa fuera del mismo genera un movimiento que es beneficioso para muchos.
La semana de la velocidad pasó por La Rioja y el balance para los organizadores fue más que positivo. Top Race y TC 2000 recuperaron una plaza y por lo logrado piensan sostenerla en el 2024.
