Opinión
Verdad, consecuencia
Es difícil encontrar un punto de inicio para contar la historia que termina con la exclusión del campeón actual del TC Omar Martinez tras la carrera de Concordia que ganó Matias Rossi. Cuanto más atrás se intente contarla, peores derivaciones podría a llegara tener. En concreto con lo de ayer, que un motor mida 90cc más de lo permitido es una transgresión grave al reglamento. Una bofetada. Y como casos anteriores en el TC que han involucrado a muchos pilotos, varios de ellos con renombre en la historia de la categorìa, habrá que esperar los descargos y las explicaciones de las partes.
Martínez, campeón 2015 tenía un Ford contundente. Se lo vio así en gran parte del año pasado y en el arranque del actual. Terminada la fecha de Toay, un preparador con muchos años en la categoría dijo: "hoy el Gurí (Martínez) tiene 20 caballos más que nosotros" y dejó flotando en el aire una sensación de diferencias que no es habitual en la paridad habitual del TC. Luego agregó que "la diferencia está en tener motorista propio y en que gasta plata" refiriéndose al grado de inversión que realizaba el entrerriano en su paquete técnico-equipo y su exclusividad.
El año había comenzado con turbulencias por las roturas de los motores, y el paso al costado de Oreste Berta en el mantenimiento de los motores. Luego las dudas en especial tras la victoria del Ford en La Pampa y ahora esto. Todo sigue una secuencia. Hay que mirar la película y no quedarse solamente en la foto de lo que fue la exhaustiva revisación de ayer en Concordia.
Ahora bien, surgen muchos interrogantes. Son los mismos que habrán tenido muchos pilotos y que no lo hicieron públicamente. Llamó la atención que el sábado un grupo de pilotos pidió al responsable técnico tener mayor intensidad en las revisaciones. Los reclamos fueron atendidos. Las consecuencias a la vista.
Lo que ha ocurrido con Martinez y su equipo es un grave error, que va a tener una sanción. Pero también hay que mirar el marco en el que se da esta situación. Si en todas las fechas hubiera existido el mismo contros, con la misma eficiencia y la misma intensidad que en Concordia, estos "descubrimientos" no serían lo que fueron ayer. Entonces, además de cargar con la parte de la responsabilidad para Martínez y su motorista , también la responsabilidad es de un sistema que ha fallado. Sin dudas. Con revisaciones la sospecha se termina, como se termino en Concordia.Cabe preguntarse entonces, ¿y lo de La Pampa?, ¿y las carreras anteriores que por diversos motivos no tuvieron una revisación igual a la de Concordia?.
Todas estas dudas son dolorosas para el TC. Dolorosas para Martínez, para sus hinchas y para su imagen de campeón, de ídolo indiscutido. Amado por su gente, respetado por sus rivales. Un piloto grande que hizo grande al TC y a las categorías que lo tuvo como campeón.
Ya vendrán las respuestas, y el tiempo podrá restar gravedad a lo ocurrido. Una pena. Más que nada por la desazón que ha generado en la gente que sigue a la categoría, los que hacen un sacrificio enorme para ir a las carreras, por el público que sigue siendo el sostén del automovilismo. Y más que nada por tratarse de un ídolo indiscutido como es el Gurí Martínez. El tiempo pondrá las cosas en su lugar.