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Volvo XC90, renovado y más tecnológico
El Volvo XC90 quiere más vida. El SUV más grande de la marca sueca recibe una actualización cuatro años después de su lanzamiento. El restyling estético es leve, pero la actualización tecnológica es mucho mayor. La adopción de un sistema de recuperación de energía en frenada reducirá su consumo un 15% según la marca, y también estrena un buen número de ayudas a la conducción.
Volvo ha revelado la actualización de su XC90, el mayor SUV de la marca sueca, que acumula 320.000 unidades vendidas en todo el mundo. Uno de sus valores más aplaudidos en su lanzamiento, el diseño exterior, es precisamente la faceta que menos cambia en esta renovación. Las novedades se limitan a una parrilla frontal de patrón ligeramente distinto, junto a una nueva gama de llantas y colores de carrocería.
En el interior, los cambios son igualmente escasos a la vista. Se ofrecerá en las configuraciones actuales de cuatro plazas individuales y de siete. La novedad en este sentido es una variante intermedia con seis plazas practicables. En el habitáculo, unos apliques opcionales de lana son la única incorporación destacable.
Las modificaciones más sustanciales afectan al catálogo tecnológico del XC90. La primera novedad es un sistema de recuperación de energía cinética –por simplificar, algo similar al MGU-K usado por los F1– que aprovecha la energía que se libera en las frenadas. Esta microhibridación permitirá un ahorro de combustible de hasta el 15% en condiciones reales de conducción, según Volvo. También prometen un buen tacto de frenada por ser completamente electrónica o 'brake-by-wire', lejos de sensación extraña del pedal de freno en el momento de recuperación de energía habitual en otros modelos. Esta tecnología quedará marcada en el coche con la letra 'B' que Volvo acaba de lanzar para su nueva gama de productos microhíbridos, que estarán disponibles tanto con motores de nafta como Diesel.
La microhibridación será complementaria con la variante T8 híbrida enchufable, que actualmente ya se vende, en su aspecto actual, sin restyling–. Por cierto, la marca también ha prometido mejoras en su sistema de hibridación enchufable, si bien no ha aclarado concretamente cuáles ni en qué afectará al XC90.
Volvo asegura que todas las novedades que ha estrenado entre el lanzamiento del XC90 en 2015 y la llegada de este restyling, como las del V90 o el XC60, se incorporarán ahora también al renovado XC90. Buenos ejemplos son la asistencia al volante para su sistema 'City Safety', el único en el mercado que, según la marca, puede reconocer peatones, ciclistas e incluso animales grandes y frenar consecuentemente. También implementará la asistencia de ángulo muerto o el sistema 'Oncoming Lane Mitigation' presentado ya en el XC60, con alerta de tráfico cruzado, que ahora trae una función de freno automático, así que ya no interviene sólo sobre la dirección. Por último, el nuevo XC90 será por primera vez compatible con Android Auto –ya lo era con Apple Carplay– y equipará la aplicación de Spotify.
Su llegada al mercado está prevista para después del mes de mayo, que es cuando comenzará su producción en la fabrica sueca de Torslanda. Además Volvo ha anunciado que la próxima generación de este SUV sueco dejará de fabricarse en su país de origen para hacerlo en Charleston, Estados Unidos.
