Opinión
El silencio que lo dijo todo
Leo Pernía pretendía el segundo lugar que tenía su compañero de equipo, pero al finalizar la segunda final Matías Milla se quedó en esa posición. Hubo caras largas.
En la segunda final de TC 2000 disputada en Centenario, Neuquén, el equipo Axion Energy Sport ( ex Renault) metió dos de sus autos en la zona del podio. Matías Milla finalizó segundo y Leo Pernía terminó tercero. Para todos los que compiten, independientemente de la categoría en que lo hagan, ocupar esas posiciones es motivo de alegría. Pero no fue tan así. Ni Milla ni Pernía ocultaron su fastidio. Si bien actuaron profesionalmente, y no dijeron nada, con su silencio dijeron mucho.
¿Qué pasó?
En la lucha por el campeonato cada punto que se pone en juego vale oro. Teniendo en cuenta que el "Tanito" está mejor ubicado que Matías en la tabla de posiciones, el de Tandil pretendía la posición de Milla. Ante la consulta si iban a jugar para él, hubo otro silencio. El de la radio. Miguel Ángel Guerra tenía el micrófono de su handy corrido a un costado y no se manifestó. Milla terminó segundo luego de una maniobra perfecta realizada contra su compañero.
Podio disperso
Al finalizar la carrera los tres protagonistas de la segunda competencia arribaron a la zona de festejos. Pero hubo uno solo que tenía una enorme alegría. La sonrisa gigante la demostró el triunfador Bernado Llaver. Los pilotos del rombo no pudieron ocultar el descontento. El único que declaró fue el tandilense. Ante la consulta si pretendía el segundo lugar de Milla, pensando en el torneo, Leo prefirió hacer un largo silencio. Contó hasta 10 para no contestar algo fuera de lugar y luego expresó: " falta mucho para el campeonato". Por su parte Milla decidió mezclarse entre la gente hasta encontrar un lugar donde quedar a solas. Fue detrás del podio donde quien maneja el auto N°8 se ocultó para llamarse a silencio y de esa manera evitar lo que la prensa le iba a preguntar. Lo del juego de equipo. Sobre este tema, que siempre da que hablar, el Team de Marcelo Ambrogio está acostumbrado. Si bien una vez más hubo disconformidad entre sus pilotos, el no emitir opinión por parte de ellos evitó que no se hablara de lo ocurrido. El silencio es salud, aunque también es cierto que muchas veces el silencio lo dice todo.