En 1948 el camionero Pat Clancy presentó en las clásicas 500 Millas de Indianápolis un vehículo con 4 ruedas traseras. Lo corrió Billy DeVore, que llegó 12°. Al año siguiente el particular coche volvió, pero abandonó. Clancy sostenía que su camión tenía buen agarre por las 6 ruedas. Y ese concepto lo trasladó al veloz óvalo sin pena ni gloria. Lo cierto es que había agregado 90 kilos al auto con un eje más que el resto.
En la Fórmula 1 la idea de agregar ruedas llegó de la mano del diseñador Dereck Gardner, que trabajaba para el equipo Tyrrell. Así nació el emblemático T34, que contaba con 4 ruedas delanteras, ubicadas detrás del alerón frontal. Con ruedas pequeñas de 10 pulgadas, reducía la carga frontal del aire.
El proyecto fue secreto. Ken Tyrrell mantuvo bajo el hermetismo la creación de la criatura y según cuenta la leyenda, en un viaje aéreo le reveló el proyecto a Jackie Stewart. Finalmente en septiembre de 1975 se dio a conocer el Tyrrel T34 y dos semanas después comenzó a girar en Silverstone.
Cuando los pilotos conducen un auto de fórmula, observan detenidamente las ruedas delanteras, que le dan una gran noción del comportamiento del auto, en las frenadas y en la tenida.
Al contar con neumáticos tan pequeños, desde el cockpit era imposible apreciar el caucho. Por lo que el vehículo contaba con dos agujeros a los costados, para permitir la visibilidad de las gomas al piloto.
El 4 de mayo de 1976 llegó el debut en la Fórmula 1. En el GP de España, el francés Patrick Depailler, que abandonó en Jarama. Jody Scheckter se sumó al equipo y fue 4° en Bélgica. En Mónaco ambos subieron al podio. El Llamativo Tyrrell estaba en boca de todos. El siguiente Gran Premio, en Suecia, llegó la gloria. El llamativo vehículo entró en la historia al imponerse de la mano de Scheckter.
Tras una prodigiosa temporada, con 7 podios y la victoria para el novedoso aparato, al año siguiente, pese a la llegada de Ronnie Peterson, la situación cambió, ya que a la falta de competitividad se le agregaron los reiterados abandonos.
Para Goodyer, proveedora de neumáticos, no era beneficioso construir y desarrollar cubiertas tan pequeñas para un solo equipo. Por lo que esa decisión arremetió contra la continuidad del proyecto de Tyrrell.
Sin embargo, la idea revolucionaria fue tomada por otros equipos. El equipo March creó el 2-4-0, un auto de 6 ruedas, pero con las 4 traseras. Y todas del mismo tamaño, de 16 pulgadas, así no padecía el problema de Tyrrell. Con recursos limitados y problemas mecánicos, nunca llegó a competir en la F.1.
En 1977, Ferrari diseñó el F312T6. Otro auto de 6 ruedas pero con una variante. Las 4 ruedas traseras compartían un mismo eje. El auto, más ancho que lo permitido, fue testeado en Fiorano por Carlos Reutemann y Niki Lauda. Los resultados no fueron los esperados y el proyecto se abortó. Para generar expectativa, se difundió una imagen de la supuesta Ferrari F312T8. Sí, con 8 ruedas! No fue más que eso.
Ya en los comienzos de la década de los 80, los motores turbo dominaban a la F1. Williams, para contrarrestar los 180cv de sus rivales, desarrolló un auto de 6 ruedas, que en teoría acercaba en rendimiento. Un joven Ross Brawn trabajó en ese diseño. El FW07B salió a la pista en las pruebas y luego apareció el FW08B, que fue testeado por Alain Jones y varios pilotos más.
Ante el ya decidido rumbo de Williams, la FIA se interpuso y obligó a todos los autos a contar con sólo 4 cubiertas.
Ante la pregunta de cuántas ruedas tiene un Fórmula 1, a tenerlo en cuenta. No todos corrieron con 4 neumáticos.